REFLEXIÓN: Construir relaciones de convivencia y complementariedad entre los seres humanos y la naturaleza, reafirmando nuestra identidad indígena y promoviendo el buen vivir.
Cuando hablamos de “El Buen Vivir”, podemos reflexionar como la forma de expresar la vida en armonía y equilibro con la naturaleza, experimentando cambios permanentes hacia la calidad de vida de cada uno de los integrantes de una comunidad o pueblo indígena en este caso.
Las comunidades indígenas, constituyen pequeños universos sociales con su propia organización, costumbres, tradiciones, prácticas culturales etc., que se distinguen de otras formas o tipos de asentamientos. Estas comunidades que poseen un territorio propio que no solo está vinculado con la tierra, sino también con el espacio geográfico y los recursos naturales del lugar.
Bajo esta premisa, creemos importante seguir reflexionando y afirmando la identidad indígena dentro de nuestros territorios, consolidar la estructura de las comunidades para un mayor sentido de pertenencia y cohesión social. Es así que una coalición de instituciones como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Derechos Humanos Sin Fronteras, CooperAcción, Red Muqui y Fedepaz, han organizado un taller de amplia reflexión con más de 60 líderes y lideresas de las regiones de Cusco, Apurimac, Arequipa, Puno, Moquegua, Cajamarca y Junin, donde se abordó diversos temas como:
Derecho a la identidad individual y colectiva; cultura e interculturalidad. También territorio, amenazas y gobernanza territorial; asimismo, la autonomía política y económica, cultural y representación indígena. Creemos que este espacio contribuyó en la construcción de una agenda indígena que promueva el buen vivir.
En esta jornada que tuvo como espacio la ciudad de Cusco, durante los días 22 y 23 de junio del presente, salieron reflexiones como: La unión y fortalecimiento de las autoridades originarias, compartir de saberes ancestrales, restituir el sistema de autoridad ancestral, la importancia de determinar lineamientos fundamentales para garantizar el horizonte de la cultura originaria.
También resaltaron la importancia de la mujer, indicando que deben nutrirse de conocimientos para continuar con el empoderamiento de la mujer campesina, contribuir en la defensa del idioma nativo, el fortalecimiento y defensa de los conocimientos ancestrales, sin olvidar la defensa del medio ambiente.