Por: Yulissa Casana Muñoz, Área de Comunicación, Incidencia y Género de Derechos Humanos Sin Fronteras
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con la finalidad de visibilizar esta problemática social que se basa en las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más común y sistemática en el Perú, aunque no afecta por igual a todas. Existen mujeres que están expuestas a mayor riesgo de sufrir violencia como resultado de la intersección de varios factores en adición a su género. Por ejemplo, ser mujer en la zona rural es enfrentar, adicionalmente, a barreras económicas, sociales y culturales.
La prevalencia de elementos de discriminación, estereotipos, prácticas sociales y culturales es una de las causas y consecuencias de la violencia de género contra las mujeres, que conlleva a una obstrucción de la capacidad de ejercer y disfrutar de nuestros derechos y libertades.
La Convención de Belém Do Pará establece el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito en el público como privado, y condena todas las formas de violencia. El Perú es uno de los estados firmantes que tiene la obligación de incorporar normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza (garantizar espacios de participación pena de mujeres, niñas y adolescentes, programas educativos para la igualdad, entre otros). Asimismo, debe actuar con debida diligencia, brindar el acceso a justicia y adoptar medidas de reparación desde una perspectiva de género e intersectorial.
La Ley 30364 es la norma que tiene por objeto prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Y si bien es importante esta ley, no se han generado condiciones que garanticen el derecho a una vida libre de violencia, por el contrario, las denunciantes son revictimizadas. En Chumbivilcas, la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar, atendió 648 denuncias de agresión, 5 denuncias por tentativas de feminicidio y 3 consumadas, desde noviembre del año pasado a octubre de 2022. En Espinar, de enero a octubre, el Centro Emergencia de la Mujer reportó 264 casos, de los cuales 126 por violencia sicológica, 111 por violencia física, 26 por violencia sexual y 1 por violencia económica.
Históricamente han sido las mujeres organizadas, defensoras, movimientos sociales y colectivos feministas quienes han creado redes de apoyo y realizado acciones reivindicativas por los derechos que hoy tenemos las mujeres. Tal es el caso de las hermanas Mirabal que fueron asesinadas por el orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, el 25 de noviembre de 1960, fecha que dio origen al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por eso, este viernes 25 saldremos a movilizarnos para exigir al Estado peruano que garantice una vida libre de violencia y sin discriminación. Los espacios que antes acogían a los agresores y eran lugares de zozobra, se convertirán en lugares seguros porque nosotras decidimos tomar nuevamente las calles.