Glencore sigue siendo el foco de atención internacional por corrupción, esta vez en Reino Unido

Redacción DHSF

Mientras se desarrolla la campaña internacional Espinar no puede esperar: Por una Ley Europea de debida diligencia con garantías, en Europa, el grupo suizo Glencore – cuya actividad minera se desarrolla en las regiones de Áncash, Lima y Cusco – ha admitido haber realizado sobornos para garantizar sus operaciones.

Esta información se conoce tras una investigación de corrupción en Reino Unido, que sigue la secuela del caso que se destapó hace apenas un mes en Estados Unidos.

La investigación de la Serious Fraud Office (Oficina de Fraudes Graves del gobierno británico) fue publicada en el diario Financial Times, el pasado 21 de junio. Según este medio de comunicación, Glencore Energy Limited UK había pagado más de $28 millones en sobornos para asegurar el acceso preferencial a combustible, relacionado con cargas, fechas de entrega favorables y otros beneficios irregulares.

OPERACIONES CORRUPTAS EN HIDROCARBUROS

Por tal razón, los abogados de la trasnacional Glencore -que también explota hidrocarburos-, comparecieron ante un juez del Reino Unido para declararse culpables de siete cargos de soborno en países desde Nigeria hasta Camerún, lo que marca una condena corporativa por corrupción. La empresa será sentenciada en noviembre de este año. Esta es la tercera condena corporativa de la Oficina de Fraudes Graves bajo la Ley de Soborno de 2010 y convierte a Glencore en la primera compañía en admitir haber incurrido en soborno.

La agencia anticorrupción acusó a Glencore de corrupción con fines de lucro, el mes pasado, en relación con operaciones petroleras en Camerún, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Nigeria y Sudán del Sur. La compañía indicó en mayo que se declararía culpable, pero solo se declaró formalmente el martes último de junio.

Glencore dijo el mes pasado que «no es la empresa que era» y actualmente ha fortalecido los procedimientos de cumplimiento en los últimos años. Los cargos que admitió incluyen pagos de 10,5 millones de euros para inducir a ciertos funcionarios de la Société Nationale des Hydrocarbures y la Société Nationale de Raffinage de Camerún a obtener ventajas para las operaciones de Glencore en el país.

También aceptó haber pagado 4,7 millones de euros en sobornos entre julio de 2011 y abril de 2016 para influir en los funcionarios a favor de la empresa en las transacciones petroleras en Costa de Marfil.

ESPINAR NO PUEDE ESPERAR

Este caso es la secuela de una serie de investigaciones internacionales sobre la empresa, la cual tiene inversiones en el sector minero y comercio de materias primas en el mundo, entre ellos el Perú. En la provincia de Espinar, donde opera desde el año 2013, existen demandas a raíz de la vulneración de derechos humanos tras más de 40 años de convivencia de las comunidades originarias con la actividad minera.

Esta fue una de las motivaciones para impulsar la campaña internacional Espinar no puede esperar: Por una Ley Europea de debida diligencia con garantías. De aprobarse esta ley, la empresa suiza estará obligada a determinar, prevenir, mitigar y reparar los efectos adversos reales y potenciales generados por sus actividades en los derechos humanos y el ambiente.

ESQUEMA INTERNACIONAL DE CORRUPCIÓN

El mes pasado, Glencore acordó pagar 1100 millones de dólares en multas y decomisos a las autoridades estadounidenses tras una investigación penal y 40 millones de dólares a las autoridades brasileñas. Glencore se ha declarado culpable en dos casos penales separados en los Estados Unidos. En el primero, involucró lo que los fiscales describieron como un esquema de soborno de una década, mientras que, en el segundo, el brazo comercial de productos básicos de Glencore se declaró culpable de participar en un esquema de ocho años para manipular los puntos de referencia de precios del combustible de Estados Unidos.

El grupo anticorrupción Spotlight on Corruption (Foco en la corrupción) dijo que las declaraciones de culpabilidad eran «muy significativas como una importante condena por soborno corporativo», pero agregó que era «crítico que el tribunal imponga una multa que refleje la asombrosa escala y la gravedad de esta delincuencia corporativa, de lo contrario, empresas como Glencore simplemente descartará esto como el costo de hacer negocios”.

IMPLICADO FUNCIONARIO QUE OPERABA EN EL PERÚ

En el Perú a la fecha no se ha iniciado investigaciones para saber si Glencore también actuó de la misma manera corrupta en el país, aunque esta empresa tiene antecedentes de prácticas ambientales y tributarias cuestionables. Lo que se conoce es que un funcionario que trabajó en el Perú se encuentra implicado por corrupción.

Se trataría de Telis Mistakidis, quien tuvo participación en la mina Xtrata luego de que esta fuera adquirida por Glencore en 2013, también en las minas Antamina, Antapaccay, Los Quenuales y otros. De igual forma, ocurrió para el caso de Las Bambas hasta antes de su venta al consorcio chino MMG, de acuerdo a la noticia difundida por CooperAcción a partir de la información de la agencia Bloomberg.

Mistakidis, de nacionalidad griega y británica, entró a la empresa en 1993 y fue nombrado codirector de cobre, plomo y zinc en 2000, hasta su jubilación en 2018. Además, era uno de los funcionarios más cercano del exdirector general, Ivan Glasenberg.

Por lo tanto, es importante que se develen si hay otros países, entre ellos el Perú, incluidos en el esquema internacional de corrupción de Glencore, que con la reputación que hoy mantiene, no resulta extraño exigir una investigación sobre su trayectoria en nuestro país.

Fuente: Financial Times (con información traducida al español)

Crédito de la foto: Bloomberg

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