Por: Helio Cruz – Área Legal de DHSF
Las elecciones concluyeron el pasado 6 de junio y a la fecha revisando la página web de la ONPE se tiene que Pedro Castillo ha logrado 8´833,185 votos (50.140%) y Keiko Fujimori obtiene 8´783,765 votos (49.860%). Castillo aún se mantiene primero por la diferencia de 49,420 votos. Debemos considerar que, según la información de la ONPE, tenemos que 6´426,012 no fueron a votar y 1´228,648 se encuentran entre los votos blancos y nulos. En definitiva, el gobierno del Bicentenario debe trabajar en los consensos sobre una agenda que no se puede improvisar.
Estamos a ocho días de las elecciones y aún continua el Jurado Nacional de Elecciones deliberando en vía de apelación de los votos impugnados, se trata de anular deliberadamente los votos que se ejercieron principalmente fuera de Lima.
Hasta el momento hemos visto removido por completo la “democracia electoral”, Keiko Fujimori ha denunciado fraude electoral y a la fecha no ha presentado pruebas suficientes que lo acrediten, circula en las redes información falsa.
La cuestión más peligrosa del “fraude” es acusar directamente a los miembros de mesa de cometer este delito en donde Fujimori obtuvo cero votos. Otra vez la “mano dura” para criminalizar a los miembros de mesa en un escenario desesperado por ganar las elecciones.
El resultado electoral ratifica que seguimos siendo una nación fracturada, siempre lo fuimos, se niega reconocer que somos una diversidad de naciones. Comprendemos perfectamente que la manipulación mediática para dirigir el voto se ha reducido, la concentración de medios ya no tiene el poder mayoritario de manipular y ahora intentan eliminar el voto de las comunidades originarias, eso no se debe permitir.
La Constitución Política (art. 176) señala: “El sistema electoral tiene por finalidad asegurar que las votaciones traduzcan la expresión auténtica, libre y espontanea de los ciudadanos; y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa”.
Quieren criminalizar derechos fundamentales de quien libremente elige y a quienes participan como miembros de mesa. En la línea de la irresponsabilidad convocan a las marchas contra el resultado electoral, llaman a la anarquía, movilizan sin justificación paralizando además el cronograma de vacunación principalmente en Lima, acosan a las autoridades electorales.
Seamos vigilantes por la defensa del voto y la vigencia de los derechos humanos “… sin paz los derechos humanos no pueden ser vigentes, sin respeto a la Constitución los derechos humanos están en riesgo, sin legalidad los derechos humanos no pueden respetarse ni defenderse. El respeto a los derechos humanos es incompatible con la impunidad…” (Extraído de la Ceremonia por los 10 años de la Reforma en Derechos Humanos – México).