Tantas veces Espinar; un 21 de mayo para recordar

Por: Jaime Borda – Director DHSF

Han pasado casi 30 años de aquel 21 de mayo de 1990, año en el que las comunidades y la población de Espinar decidieron movilizarse y bloquear el ingreso al campamento minero, en ese entonces la empresa estatal EMATINSA Tintaya, de esta forma los pobladores locales lograron algunos acuerdos beneficiosos para su distrito, entre ellos, por ejemplo energía eléctrica por la ciudad de Espinar, esta forma de movilización ha generado ciertamente lecciones para el movimiento social local, es decir que la movilización y la acción colectiva si traen resultados.

Desde entonces, cada 21 de mayo se conmemora en Espinar el “Día de la Dignidad Espinarense” como recuerdo de su lucha y su reivindicación frente a la actividad minera en Espinar, estas acciones movilizadoras ciertamente se han dado en diferentes momentos de la historia de Espinar, el año 2001 fue otro hito importante, en aquella ocasión una de las principales demandas era la firma de un Convenio Marco entre Espinar y la empresa Angloaustraliana minera BHP Billiton, dueña en ese momento del proyecto Tintaya. Finalmente, el año 2003 se firmó un convenio marco entre la provincia de Espinar y la empresa minera, en su momento la firma de este convenio se constituyó como una de las experiencias más adelantadas de aporte minero directo para el desarrollo de una provincia.

Si bien la firma de un Convenio Marco fue considerada como un avance en la forma de relacionamiento de una empresa minera multinacional con las comunidades locales, pasado el tiempo tampoco fue la panacea, los problemas ambientales, del agua y la afectación a la salud se agudizaron en la zona de influencia minera, y por tanto el reclamo de las comunidades afectadas aceleró el cuestionamiento al Convenio Marco y sobre todo a la ausencia del Estado en todos sus niveles. El descontento generalizado de la población local generó el inicio de un nuevo conflicto el 21 de mayo del 2012, esta vez la agenda estaba centrada en la atención del Estado a las comunidades que por muchos años habían sido ignorados por las políticas gubernamentales de los gobiernos de turno, y claro la dependencia clientelar y sistemática en ese momento lo manejaba la empresa minera.

Han pasado aproximadamente 7 años desde el 2012, las heridas de esa fecha todavía no sanan en Espinar, en el conflicto murieron 3 personas, se declaró en estado de emergencia la provincia, se detuvo a los principales lideres y dirigentes, incluido su propio alcalde, y se persigue judicialmente hasta el día de hoy a la mayoría de estas personas. Luego de la mesa de diálogo que culmino el 2013, es probable que hoy tengamos más atención en el tema del monitoreo ambiental, y que se haya dotado de más recursos económicos en algunos sectores, pero los problemas de fondo en la provincia minera de Espinar siguen ahí, la contaminación del agua se mantiene, no se ha garantizado agua de consumo humano para las comunidades del entorno minero, existen personas afectadas con metales pesados, el sector agropecuario no ha sido atendido, la reformulación del Convenio Marco esta suspendido, y las promesas de proyectos de desarrollo tampoco se han implementado.

Es probable que hoy no haya mucho que celebrar en Espinar, pero sus dirigentes históricos y sus autoridades locales reunidos en la plaza de armas de Yauri – Espinar se han reafirmado en la memoria y la unidad para recordar aquel 21 de mayo, un día en el que afirman se ganaron respeto y dignidad como pueblo Espinarense K’ana.

DATO: Actualmente se ha retomado un proceso de diálogo entre el gobierno central y la provincia de Espinar, sin embargo, la empresa minera no participa en ninguno de estos espacios.

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