Una comunidad en la provincia de Espinar llevó ante la Alta Corte de Londres a la minera Xstrata acusada de responsabilidad en los tres muertos y decenas de heridos en una manifestación en 2012.
Los abogados de los pobladores solicitaron más tiempo para conseguir documentos de Xstrata, principalmente mensajes de internet que intercambiaron los dirigentes de la minera durante la crisis, en la que murieron tres personas. El jueves 24 y viernes 25 de febrero se celebró una audiencia preliminar del juicio que tenía que empezar en junio.
Un juez británico decidió hoy aplazar el juicio a la minera Xstrata por la represión de una manifestación, en la que murieron tres personas y decenas resultaron heridas, para dar tiempo a los abogados de las víctimas a reunir más pruebas.
“Sería poco realista que el juicio tenga lugar en junio”, escribió el juez David Foskett, de la Alta Corte de Londres, en su resolución publicada hoy.
Foskett fijará la nueva fecha cuando se hayan resuelto todos los problemas, pero ya avanzó que le parecía improbable que estuvieran solucionados en octubre, la nueva posible fecha para el juicio mencionada por los abogados de Xstrata, que creen que la prolongación del caso daña la reputación de la empresa.
Los 22 demandantes, vecinos de la mina Tintaya, en la provincia de Espinar – Cusco, consideran a Xstrata como “responsable por la muerte, heridas y detención ilegal de manifestantes que protestaron en mayo de 2012 contra la mina”, afirmó en un comunicado el bufete de abogados londinense Leigh Day.
Los heridos y las familias de los muertos aseguran que la policía recibió casi medio millón de dólares de la empresa para proteger la mina, explicó Leigh Day.
Por aquella época Espinar fue escenario de fuertes protestas contra la minera Xstrata Tintaya, a cuyas actividades se atribuía la contaminación de los ríos Salado y Cañipa.
El gobierno decretó el estado de emergencia para frenar el conflicto y, en 2014, multó a la empresa minera con 84.500 dolares por la presencia de sedimentos con alta concentración de cobre en una pequeña área de pastos naturales.
En el momento de las protestas, la mina pertenecía a Xstrata Tintaya S.A. (renombrada luego como Companía Minera Antapaccay), una filial de la empresa suiza Xstrata, que en 2013 fue adquirida por la británica Glencore, para formar Glencore Xstrata.
El gobierno decretó el estado de emergencia para frenar el conflicto y, en 2014, multó a la empresa minera con Us$ 84,500 por la presencia de sedimentos con alta concentración de cobre en una pequeña área de pastos naturales.