Las cosas no han cambiado, y las cifras son claras: a nivel país, 10 feminicidios son registrados cada mes (sin toma en cuenta los casos que ocurren en las comunidades lejanas que no llega conocer el Estado). Dos de cada tres cusqueñas ha sufrido violencia física de parte de alguna pareja. Cada día, se registran más de 50 denuncias por violación sexual. En Cusco, es una a dos violaciones cada día. El acoso sexual en los centros de estudio, centros laborales, en las calles, en las casas, son pan de cada día.
Cada año, se suman más denuncias de mujeres por violencia psicológica, económica, sexual, física de parte de sus parejas, ex parejas, familiares. En el 2017, salieron denuncias públicas por violencia de género contra profesores universitarios, directores de teatro famosos, responsables políticos. Mientras eso, casos como los de Gabriela Guillén, Yanet Mamani y Maribel Salas, entre otros, no progresan en el sentido de rendir la justicia debida y adecuada a las víctimas de violencia machista.
Hartas de tanta violencia contra nosotras, las mujeres cusqueñas, abanderadas detrás del lema “Ni Una Menos”, saldremos nuevamente a las calles a protestar. Nos concentraremos a las 3:30 pm en el parque de Mariscal Gamarra (detrás de la loza deportiva, frente a la iglesia) este sábado 25 de noviembre 2017 para exigir:
- Una educación con enfoque de género: lo ÚNICO que permitirá romper con los estereotipos de género que sostienen la normalización de la violencia machista
- La regulación de los contenidos en medios de comunicación, que cosifican a las mujeres y normalizan la violencia machista
- Aumento del presupuesto público para el acojo de las víctimas de violencia doméstica, antes que se vuelva feminicidio
- Formación de los operadores de justicia al enfoque de género, justicia inmediata y eficiente para las víctimas
- Erradicación de las redes de trata de mujeres por explotación laboral y sexual