En conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, integrantes de la Plataforma de Afectados por Metales de Espinar (PAMETEC) y la Asociación de Vigilantes y Monitores Ambientales de Espinar (AVMAE) realizaron un pasacalle de sensibilización e información ambiental en la capital provincial, reafirmando su derecho a la vida, la salud y un ambiente libre de contaminación.
La jornada fue una expresión de denuncia colectiva frente a la histórica vulneración de derechos que enfrentan las comunidades expuestas a metales pesados y otras sustancias tóxicas, consecuencia directa de las actividades extractivas en la zona. Durante la movilización, representantes de cinco comunidades hicieron visible la grave afectación a su salud, su territorio y su calidad de vida, reclamando con firmeza justicia ambiental y reparación integral.
La PAMETEC informó que continúa impulsando procesos de diálogo y articulación a nivel local y nacional, exigiendo la implementación efectiva del Plan Especial Multisectorial de Atención a Personas Expuestas a Metales Pesados, Metaloides y Otras Sustancias Tóxicas. En este sentido, el pasacalle no solo fue un acto de visibilización, sino también de exigencia concreta hacia las autoridades del Estado, quienes deben garantizar el acceso a atención integral en salud y justicia ambiental para las poblaciones afectadas.
Tras la movilización, la plataforma se reunió para fortalecer su planificación organizativa y avanzar en procesos internos de formación en salud mental comunitaria y liderazgo colectivo. Estas acciones son clave frente a la desprotección estatal persistente, especialmente considerando que, según información oficial de la GERESA Cusco, el 81% de la población de Espinar se encuentra en riesgo de exposición a metales pesados.
Por su parte, la Asociación de Vigilantes y Monitores Ambientales de Espinar – AVAME, destacó la importancia del monitoreo ambiental comunitario como un ejercicio legítimo de defensa del territorio y del derecho a un ambiente sano. AVMAE está conformada por jóvenes, señoritas, mujeres, niños, comuneros y comuneras de diversos sectores de la provincia, quienes, preocupados por la situación ambiental que enfrentan sus comunidades, participan activamente en acciones de vigilancia, monitoreo del agua y protección de ecosistemas. Recientemente, sus integrantes culminaron un proceso de certificación en monitoreo ambiental comunitario, lo que fortalece sus capacidades técnicas para actuar ante los impactos de la actividad extractiva y promover una gestión ambiental con justicia y participación.
Este acto de resistencia pacífica reafirma la autodeterminación de las comunidades de Espinar, que día a día reafirman su derecho a la vida digna, al territorio y al ambiente sano. En esta fecha emblemática, su mensaje resuena con fuerza: no hay justicia ambiental sin derechos humanos. Su lucha es legítima, su voz es colectiva, y su defensa de la Madre Tierra continúa siendo una prioridad que interpela al Estado y a toda la sociedad.
Por Liliana Peña
