En un contexto nacional marcado por el avance del extractivismo y el debilitamiento progresivo de la institucionalidad ambiental, la provincia de Espinar reafirma su compromiso con la defensa territorial y el derecho al agua. Más de 20 monitores y monitoras ambientales comunitarios concluyeron exitosamente el proceso de certificación en monitoreo físico-químico y biológico (MIB) de calidad de agua.
La jornada de formación y certificación fue organizada por la Asociación de Vigilantes y Monitores Ambientales de Espinar (AVMAE), Derechos Humanos Sin Fronteras (DHSF) y Global Water Watch (GWW), y contó con la presencia de Sergio Ruiz, representante de GWW – Estados Unidos, quien estuvo a cargo del proceso de evaluación y acreditación.
Participaron mujeres, jóvenes, estudiantes, comuneros y comuneras, quienes fortalecieron sus capacidades para realizar monitoreos independientes del recurso hídrico, combinando herramientas científicas con conocimientos territoriales.
Esta apuesta territorial por la vigilancia autónoma y descentralizada responde a una creciente preocupación por los impactos de la minería y la falta de respuesta efectiva de los entes responsables. La ausencia de garantías efectivas para la protección de fuentes hídricas ha llevado a las propias comunidades a asumir el rol de guardianas del agua.
Desde las cuencas altoandinas de Espinar, el monitoreo ambiental comunitario no solo es una herramienta técnica, sino un ejercicio de ciudadanía activa que interpela el modelo de desarrollo extractivo vigente y exige el respeto por los derechos fundamentales.
Por Liliana Peña
