El 17 de diciembre, en la provincia cusqueña de Espinar, se llevó a cabo la presentación de resultados de dos monitoreos realizados en octubre y noviembre en la cuenca del río Apurímac. Estas fuentes de agua, como el río Sanimayo (aguas debajo de la mina Bateas), Quebrada Pucapuca (aguas debajo de la mina Brexia), así mismo varios ríos que son tributarios del río Apurímac, y que de este se provee agua para tratarla y luego distribuirla a Yauri, capital de Espinar.
Este monitoreo se realizó con el apoyo de tres comunidades campesinas: Cerritambo, Manturca y Mamanihuayta. Así mismo, este proceso de monitoreo se implementó en coordinación con el equipo técnico del Área de Conservación Regional Tres Cañones del Gobierno Regional Cusco – ACR. Además, las capacitaciones para formar a los monitores ambientales, fue un trabajo que realizaron los miembros de la Asociación de Vigilantes y Monitores Ambientales de Espinar (AVMAE) y Derechos Humanos Sin Fronteras (DHSF), con experiencia en monitoreos realizados durante 6 años en la subcuenca del río Cañipía.
Muchos de los puntos identificados como de “preocupación” por estas comunidades no están definidos en el ámbito del ACR, sin embargo, considerando el enfoque de cuenca los puntos de la zona alta podrían afectar considerablemente las fuentes de agua que incluye esas comunidades campesinas, ya que se evidencia la presencia de tres proyectos mineros (de pequeña y mediana escala): Brexia Gold Plata, Caylloma y Bateas, entre otros proyectos pequeños de minería artesanal.
El análisis de la calidad del agua se determinó a partir de la metodología de la Global Water Watch, y validado por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, este tipo de monitoreo consiste en utilizar kits portátiles para analizar en campo seis parámetros: potencial de Hidrógeno (pH), oxígeno disuelto, alcalinidad, dureza, turbidez y temperatura. Cabe resalta que el ACR adquirió un multiparámetro que ayudo a registrar datos de conductividad eléctrica en el segundo mes de monitoreo.
Acerca de los resultados
El equipo técnico del ACR, quien realizó la interpretación de los resultados, concluyó que:
Temperatura: En promedio durante los meses de octubre y noviembre, se tiene con valor mínimo en el punto RCayu-01 con 10.5 °C, y con valor máximo en el punto RCerr-01 con 18.25 °C. Las temperaturas del agua se registraron en promedio durante los dos meses, se tiene 10.5 °C con valor mínimo en el punto RCayu-01, y con valor máximo de 16.5 °C en el punto QPuca-01.
pH: En promedio durante los dos meses, los puntos RSant-01, Qpuca-01, RCayu-01, RCayu-02, RCerr-01, RApur-02, RApur-03, RSani-01 y QToro-01 muestran un promedio de 7.75 a 8.5 que indican aguas con pH óptimo para vida acuática, mientras que en el punto RApur-01, se tiene un promedio de 9, superando el ECA (Estándar de Calidad Ambiental) con aguas de tendencia alcalina. En general, la cuenca del río Apurímac osciló entre aguas de pH neutros y poco alcalinos, y solamente en algunos meses se muestran aguas con tendencia a ser bastante alcalinas, lo que puede ser atribuido al incremento del caudal de los ríos por la época lluviosa, por la presencia de piedras calizas en la zona y/o a factores vinculados con las actividades de proyecto minero.
Alcalinidad total: En el promedio de ambos meses el valor máximo es de 52.5 mg/L que se encuentra en el punto RApur-02 y en valor mínimo 22.5 mg/L en el punto QPuca-01, los resultados evaluados donde indican por debajo de 150 mg/L se encuentran en el rango bajo y medio de alcalinidad para los cuerpos de agua, por lo tanto el agua de la cuenca del rio Apurímac son óptimos para la vida acuática, riego de vegetales y bebida de animales.
Dureza total: Durante los dos meses en los puntos de muestreo la dureza total fluctúa de 30 a 140 mg/L; encontrándose en mayor promedio en el punto RSant-01 con 135 mg/L que clasifica como aguas duras y en menor promedio en el punto RApur-01 con 30 mg/L que clasifica como aguas de calidad óptima. Por lo que entre los 10 puntos de muestreo en los meses de octubre y noviembre existen aguas suaves moderadamente duras y aguas duras.
Turbidez: En promedio los puntos RSant-01, QPuca-01, RCayu-01, RCayu-02, RSani-01, QToro-01, los valores fluctúan entre 2 a 7.5 JTU indicando ser aguas claras; mientras que en los puntos RApur-01, RApur-02 y RApur-03 los valores se encuentran entre 10 y 12.5 JTU indicando que son aguas turbias.
Oxígeno disuelto: En todos los puntos de monitoreo de la cuenca del río Apurímac en promedio la variación de oxígeno disuelto fluctúa entre 5.5 y 6.7 mg/L; tal como lo indica ECA para aguas. Según Deutsch et al. (2010), “son aguas buenas para la mayoría de los animales acuáticos”.
Conductividad: En todos los puntos evaluados, la conductividad no superó el ECA para riego de vegetales y bebida de animales, los valores obtenidos en el mes de noviembre mediante el multiparámetro fluctúan entre 14.75 y 734 μS/cm, teniendo como valor máximo en el punto RSani-01 con un valor de 734 µS/cm y como valor mínimo en el punto RCayu-01 14.75 µS/cm. Los datos obtenidos no superan el ECA para riego de vegetales y bebida de animales.
Cabe resaltar que, estos parámetros evaluados aun cuando no han sobrepasado los ECA’s si están teniendo una tendencia a disminuir su calidad ya que, por ejemplo, en cuanto a su alcalinidad baja esto podría influir en que no se tenga un buen “amortiguamiento” y las aguas ácidas puedan perjudicar la calidad del agua.
Finalmente, se rescatan las palabras de las y los comuneros, quienes indicaron que están muy contentos con la difusión de estos resultados que fueron evaluados con su participación. Así mismo indicaron que, este tipo de acciones deberían ser emprendidas también por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental – OEFA porque la población no confía en los resultados que emite la entidad. “Queremos que el ACR siga apoyando este tipo de monitoreo en nuestra cuenca para el 2020, porque solo así podremos darnos cuenta de los cambios en la calidad de nuestra agua” manifestó una comunera de Manturca.