HUINIPAMPA: PERSPECTIVA DESDE UNO DE LOS DETENIDOS

crónica

¿Cómo se vive con  la mitad del cuerpo preso y la mitad en libertad?

Víctor Doroteo Sulla fue apresado el 11 de Setiembre del 2015 en Huinipampa en la provincia de Espinar y desde ese día no se siente completo.

En Huinipampa, en el sector Catawitaña de la comunidad campesina de Huisa, se encuentran la faja transportadora de mineral y la planta concentradora de las operaciones del proyecto minero Antapacay de Glencore. La principal fuente de agua del lugar es el manante Miccayo cuyo caudal ha disminuido debido a la instalación de siete bombas de agua de la empresa minera para el desarrollo de su actividad extractiva, lo que produjo escasez de agua que afectó a las familias del lugar y su actividad pecuaria. Además del exceso de polvareda generada por la faja que afecta la salud de los pobladores por la presencia de metales pesados.

Ya hace cuatro años, en el 2012 se conoció en Espinar el Estudio de Riesgos a la Salud por Exposición a Metales Pesados que detalla la cantidad de personas con valores superiores al límite de referencia con mercurio, arsénico y cadmio; además de las muestras de agua con concentraciones de arsénico y mercurio por encima de los estándares de calidad ambiental.  En los reiterativos conflictos socioambientales de ese año, los pobladores demandaron  cerrar o reubicar la presa de relaves de Huinipampa y pidieron que la empresa minera asumiera compromisos ambientales ante posibles impactos generados como consecuencia de sus actividades en la zona.

En la continua convivencia que sostienen los pobladores del lugar con la empresa minera y su actividad extractiva, tuvieron – en el trascurso de varios años – conflictos y acuerdos. En el 2015, los lugareños acordaron realizar una manifestación para reclamar a la empresa los acuerdos que ésta había incumplido.

El 11 de Setiembre, aproximadamente 30 socios de la Asociación de Productores Pecuarios de Huinipampa, iniciaron una movilización pacífica frente a la empresa Glencore con carteles en las manos pidiendo  que la minera cumpla sus compromisos respecto a los problemas de escasez y contaminación del agua que habían provocado la muerte de sus animales y la enfermedad de sus familiares y amigos.  P1000501[1]

Según los pobladores, en el momento en que se produjo la protesta social llegó al lugar un contingente de más de setenta policías junto al Fiscal de Prevención del Delito de la Provincia de Espinar, quien ordenó la detención del presidente de la Asociación. Quienes intentaron evitar la detención de su líder, fueron repelidos por bombas lacrimógenas sin que importe la presencia de mujeres y niños. La manifestación terminó con la detención del presidente de la Asociación, Don Víctor Doroteo Sulla y de dos mujeres más. Luego, el Juez de Investigación Preparatoria de la provincia de Espinar dispuso la libertad de una de las mujeres detenidas por ser una persona de 55 años; así mismo, accedió al requerimiento del fiscal que solicitó seis meses de prisión preventiva de las otras tres personas detenidas; una de ellas, Jackelyn, una mujer de 29 años que dejó dos hijos durante todo el tiempo de su encierro, el menor de ellos de dos años y once meses.

San Judas Tadeo es el patrón de los desesperados; es el patrón de las causas       imposibles, esos pedidos que uno hace cuando se encuentra en los momentos más difíciles de la vida. San Judas Tadeo es el nombre del penal de Sicuani; donde Victor Doroteo, el presidente de la Asociación y Jackelyn fueron recluidos durante cinco meses. Luego, en febrero de este año, fueron trasladados al penal de Quenqoro.

Cuando Víctor Doroteo cayó preso, su familia desesperó pues él era el que sostenía el hogar; su madre, quien ya estaba enferma, empeoró porque no hubo quién comprase los medicamentos. Tuvieron que vender sus animales para financiar los viajes de visita al penal y los gastos que su encierro conllevó. Él, recordando la angustia de esos momentos, dice: “incluso mi familia ha tenido que hacer un préstamo, incluso mi familia ha tenido que vender sus animales, lo poco que tenía ha tenido que vender; y ha tenido que vender para sus viajes y también ha tenido que enviarnos para nosotros”

Víctor Doroteo dice: “nosotros estamos viviendo al lado de la empresa, donde está la planta, donde está la faja, donde están elaborando los minerales, donde está cayendo el mineral”. Este “vecino” de la empresa Glencore, salió en libertad el 12 de abril de este año, sólo seis días antes de que Máxima Acuña, que convivió con la empresa Newmont – Buenaventura en Cajamarca, recibiera el premio Goldman el 18 de Abril.

Luego, Víctor agrega: “…Hasta el momento no tenemos ninguna solución porque, más al contrario, el señor juez en la audiencia nos dijo que ustedes están prohibidos de acercarse a la empresa, a 100 metros más allá, ustedes no pueden acercarse a la empresa, nos ha prohibido. Yo no entiendo, porque nosotros vivimos a metros de la empresa y hasta no poder acercarnos a nuestros terrenos mismos…”

Víctor Doroteo estuvo en prisión preventiva por la presunta comisión de los delitos contra los medios de transporte, comunicación y otros servicios públicos, en el subtipo de entorpecimiento al funcionamiento de servicios públicos. Y, aunque ahora ya no tiene ningún proceso pendiente, dice: “a veces pienso que la mitad de mi cuerpo he dejado todavía en el penal porque en realidad, en cualquier momento nos pueden acusar de cualquier cosa, tanto la empresa, o los efectivos también.”

Cusco, 13 de mayo 2016.

Derechos Humanos sin Fronteras Cusco.