“La valoración a los pueblos indígenas es meramente ‘arqueológica’ ”
Entrevista a Jorge Bracamonte
Secretario Ejecutivo CNDHHH
Hace unas semanas Jorge Bracamonte, actual Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), estuvo en Cusco, dirigiendo en el encuentro Macro Sur de las organizaciones e instituciones articuladas a la CNDDHH. Derechos Humanos sin Fronteras, conversó con Tito, como también es conocido, y reflexionó sobre la situación de conflictividad social que vive el país, así como el retroceso en materia de derechos humanos que viene teniendo este gobierno.
Desde tu posición como Secretario Ejecutivo de la CNDDHH ¿Cómo analizas la respuesta de este gobierno frente a los conflictos sociales?
Al inicio de este gobierno, hubo una cierta expectativa sobre mejorar condiciones básicas para enfrentar situaciones de conflictividad social, sin embargo, lo que hemos tenido después de un año, es que no se han producido cambios sustantivos, y que por el contrario los marcos normativos se han endurecido para poder criminalizar a defensores de derechos humanos, a líderes de comunidades y de gremios sindicales.
Y esto se ha evidenciado en las acciones de represión de parte de las fuerzas del orden…
Efectivamente, es lo que hemos tenido en situaciones de conflictividad, movilizaciones y protesta social, un uso irresponsable de la fuerza y de armas. Existen decenas de personas heridas en contexto de protesta, un ejemplo más cercano ha sido la marcha de los docentes, quienes han sido afectados por los propios policías, hecho que se ha evidenciado en las redes sociales y algunos medios de comunicación.
Y siempre en este tipo de situaciones, no existe ningún tipo de reparación para las víctimas…
Es un tema que nos parece poco responsable de parte del Estado, del gobierno y del Ministerio del Interior en particular, porque no puedes enfrentar de manera violenta cualquier demanda ciudadana y no hacerte responsable del cuidado de las personas una vez afectadas, ósea después de violentarlas las abandonas totalmente, y este patrón se repite en cualquier escenario de conflictividad social y que no solo se ha visto en este gobierno.
Como CNDDHH ¿Han tenido la oportunidad de reflexionar la situación actual del respeto a los derechos humanos en nuestro país?
Lamentamos decirlo, pero salvo en temas muy puntuales sobre políticas de reparaciones para afectados por el conflicto armado interno, en verdad no hemos tenido ningún avance, además de existir una indiferencia total frente a quienes son víctimas de la violencia del Estado. Asimismo, tenemos un contexto adverso, que viene siendo fomentado por las fuerzas más autoritarias y retrogradas del país, y que tienen su representación política en el Congreso con Fuerza Popular.
Quizá este contexto del que hablas, se convierte en mezquino cuando se criminaliza la protesta social…
Así es, ha existido una campaña innoble, para estigmatizar a las y los defensores de los derechos humanos, equiparándolos con sujetos violentistas, que apuestan por el atraso o que obstruyen el desarrollo, o en el peor de los casos que está vinculados a grupos terroristas. Es impresionante como una democracia, que en teoría tenemos, no valora los derechos humanos como su propio fundamento, como su propia esencia.
¿Y qué puedes opinar sobre los derechos de poblaciones vulnerables como los pueblos indígenas?
Han existido avances puntuales respeto a los derechos de los pueblos indígenas, pero cuando uno ve el proceso en su conjunto, te das cuenta, que el Estado en su lógica de facilitar las grandes inversiones, lo hace a costa de los derechos de las comunidades indígenas. Los proyectos que se instalan en estas comunidades, que supuestamente debería beneficiarlos, los está haciendo más vulnerables: niñas, niños y mujeres que viven con metales en su sangre, derrames de petróleo que no han sido remediados, existen un sin número de estudios que certifican estos impactos, sin embargo no tenemos un protocolo de atención para personas que han sido afectadas por la contaminación de las actividades extractivas.
Totalmente contradictoria la poca valoración que tenemos a nuestros pueblos originarios.
La valoración a los pueblos indígenas es meramente ‘arqueológica’, solo si encontramos aspectos llamativos o folclóricos existe valoración, pero a los pueblos indígenas reales se les ningunea sistemáticamente en el país, esta exclusión viene generando una desconfianza recíproca entre la sociedad y el Estado, ya nadie confía en nadie. No podemos abonar una sociedad desencontrada y polarizada que se evidencia en forma de violencia, y ahí es donde existe una responsabilidad importante del Estado, porque uno no le puede dar recomendaciones al ‘MOVADEF’, pero si le puede dar recomendaciones a una persona por la que ha votado, para impedir el retorno de una dictadura.