Redacción DHSF
El presidente Martín Vizcarra anunció en su última aparición en televisión (el miércoles 13 de mayo) que el país ha llegado a la cima de contagios, por lo que a partir de la fecha empezaría el periodo de descenso, pero en nuestra región se siente la incertidumbre por el COVID-19.
Si bien Cusco se ubica en el décimo cuarto lugar entre las regiones con mayor número de pacientes con COVID-19 en el país, para el médico Manuel Montoya, infectólogo del Hospital Regional de Cusco ese resultado a nivel nacional no debe significar bajar la guardia ante el coronavirus.
“La novedad es que el virus no se comporta con la misma agresividad que en otros sitios… No vemos un impacto en la salud, pero hay que proteger las zonas más bajas. Yo planteo que debemos intervenir a nivel de los valles, ahí es donde debemos destinar recursos porque cuando empiece la curva, ahí no van a tener esos recursos necesarios para enfrentarlo)”, expresó.
En ese contexto, el infectólogo explicó que el virus se comporta de diferente manera dependiendo del lugar. Por ejemplo, en la ciudad de Cusco, ubicada a una altitud de 3300 msnm, el virus no tiene la misma letalidad por la altura. No obstante, este análisis no debe restarle importancia al tema sanitario, sobre todo, según dijo, cuando en la región se están tomando pocas muestras para diagnosticar el coronavirus, las cuales no representarían ni el 1 % de la población total. En el Censo Nacional 2017: XII De Población, VII De Vivienda Y III De Comunidades Indígenas, realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, la población total de la región Cusco fue de 1 millón 205 mil 527 habitantes.
“No están haciendo una buena lectura del tema. Es insuficiente el número de pruebas, si queremos saber cuántas personas tenemos el virus, primero debemos tomar (pruebas) a una muestra representativa. Más o menos deberían realizarse de 50 mil a 80 mil pruebas”, sostuvo.
Precisamente, en el Comunicado N° 40 de la Dirección Regional de Salud, de fecha 16 de mayo, se informó que en la región se han procesado 11 mil 041 muestras de laboratorios, 635 con resultado positivo para COVID-19.
De acuerdo a datos oficiales de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Cusco, el 7 de mayo, fecha en que empezó la fase 3 del coronavirus, según reveló el gobernador regional Jean Paul Benavente, había 301 casos detectados, entre pruebas moleculares y prueba rápidas. Al día siguiente, el número se elevó a 338 y el 9 de mayo a 407. El 12 de mayo a 466 y el 13 de mayo a 498. Hasta la fecha, según el último reporte (16 de mayo), hay 635 casos. Esto es, 334 casos más en solo nueves días desde el comienzo de la fase 3, que se refiere al contagio comunitario y este implica una mayor expansión del coronavirus, pues pacientes quienes no tuvieron contacto con casos importados, resultan contagiados. Además, hay 7 fallecidos por coronavirus.
Sin embargo, el médico señaló que hay un análisis erróneo por parte del gobierno regional ya que en realidad la fase 3 empezó casi en la misma fecha que la región Lima, 20 de marzo.
“Debimos seguir el patrón nacional, con las fechas y con esa misma curva ascendente y logarítmica. Todos dicen ya viene la ola, ya viene la ola y en lima ya vino la ola… La fase tres ya inició hace un mes o mes y medio. Hay un sesgo fuerte (por parte de las autoridades), eso ha llevado que haya actividades restrictivas en la ciudad”, explicó el médico.
Finalmente, Montoya consideró como un exceso de optimismo la declaración del presidente Vizcarra con respecto a que la curva epidemiológica esté llegando a una etapa de descenso debido a que este análisis está alejado de la realidad de las regiones, puesto que cada una vive una pandemia heterogénea. Por consiguiente, la llegada de la curva descendente sigue siendo incierta en Cusco, mientras el COVID-19 sigue poniendo a prueba las capacidades de las autoridades de los distintos niveles de gobierno, quienes no imaginaron pasar una pandemia cuyos casos a nivel nacional suman 94 mil 933 y 2 mil 789 muertos.