Hace unas semanas atrás, se publicó en el diario oficial El Peruano la R.M. N° 718-2018/MINSA, un documento técnico que intenta aportar a la problemática de Salud Pública que vienen afrontando muchas zonas afectadas por contaminación de metales, metaloides y otras sustancias químicas tóxicas. Recordemos que desde hace algunos años las poblaciones afectadas y expuestas a la intoxicación vienen solicitando al Estado que atienda de una vez por todas sus demandas; los casos más emblemáticos se encuentran en Cerro de Pasco, La Oroya, Hualgayoc, San Mateo, Espinar, entre otros.
Uno de los problemas centrales es no haber asumido el tema de la contaminación por metales pesados como un problema nacional de salud pública, por lo que ahora se atiende sin un plan y una estrategia nacional, como ejemplo de estas limitaciones hasta ahora sólo se cuenta con un protocolo de atención para plomo y 04 guías de diagnóstico clínico para asociar enfermedades a intoxicación por Arsénico, Cadmio, Mercurio y Plomo, sin embargo esto no ha sido suficiente y no existe una coordinación interna en el mismo MINSA y DIRESA y mucho menos a nivel intersectorial, y el tema de la asignación de presupuesto para los afectados es otro problema que el Estado no ha querido discutir.
En ese marco la Plataforma Nacional de Afectados por metales, metaloides y otras sustancias químicas tóxicas ha venido impulsando espacios donde los propios afectados puedan incorporar sus demandas, puedan alzar su voz. Por ello el pasado 23 de agosto en una reunión con algunos líderes/as, dirigentes, presidentes comunales y afectados/as a la salud, con el acompañamiento de Derechos Humanos Sin Fronteras y CooperAcción, como parte de la Mesa Técnica de Salud Ambiental y Humana, se ha incorporado aportes al documento de Lineamientos de la Política Sectorial.
El pedido de los afectados/as de Espinar es claro, ellos piden que en los lineamientos de políticas públicas estén las medidas de prevención, así como la atención especializada con profesionales idóneos que los atiendan en su idioma y que no se burlen de sus males durante las consultas, así mismo que se tome en cuenta la reducción del riesgo de exposición, establecer claramente los plazos y sanciones para el cumplimiento de los lineamientos y finalmente asumir como en emergencia sanitaria y ambiental a todas las zonas identificadas como vulnerables.
Así mismo los afectados/as a la salud en Espinar recalcaron la necesidad de implementar inmediatamente la atención a las personas afectadas en salud ya que han pasado 8 años desde el primer dosaje realizado en la provincia de Espinar, y solo se han desarrollado “campañas de salud general” y no un abordaje sanitario pero también ambiental. En ese sentido el último dosaje realizado en diciembre del 2017 ha sido más de lo mismo: “Se han tardado más de 6 meses en entregarnos los resultados, para que luego nos digan que aquí no hay especialistas que quizás nos pueden atender en Cusco o Lima, pero no nos dicen ni cómo ni cuándo nos van a transferir a esas ciudades”, manifestó un poblador afectado de la comunidad de Bajo Huancané, que con sus resultados en mano dejaba el Centro de Salud de Yauri – Espinar.