Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha para visibilizar y reconocer el valioso aporte de las mujeres

Redacción DHSF

El 15 de octubre de 2008, por primera vez, se estableció el Día Internacional de la Mujer Rural, con el objetivo de reconocer el rol, la participación y la contribución de las mujeres rurales, incluyendo a las mujeres indígenas, en el desarrollo de la agricultura, el desarrollo rural, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.  

Según el Censo Nacional 2017: XII de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Indígenas realizado por el Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI), en el Perú más de 3 millones 460 mil mujeres viven en zonas rurales. Gran parte de ellas se encuentran en los departamentos de Cajamarca, Puno, Cusco, Huánuco y Junín.

Pero, ¿qué significa ser mujer rural? El Observatorio Nacional de la Violencia contra las Mujeres y Los Integrantes del Grupo Familiar denomina como tal “a las mujeres campesinas e indígenas del país que viven en el campo donde la población está dedicada a la agricultura y la ganadería”.

En nuestro país todavía existen brechas de género, y estas se acentúan más en las zonas rurales. Por ejemplo, según el INEI, el ingreso promedio por trabajo de las mujeres en la zona rural es de S/ 424 soles y de los hombres S/ 785. 

Si hablamos de violencia, según la encuesta ENDES 2017, las mujeres rurales han sufrido algún tipo de violencia, por parte del esposo o compañero en un 64,1 %. En lo que respecta a la capacitación, del total de mujeres que se dedican a las labores agropecuarias, solo el 5,7 % recibieron capacitación; mientras que, los hombres el 9,5 %.

Por otro lado, de acuerdo al IV Censo Nacional Agropecuario 2012, de 4811 comunidades campesinas, el 96,3 %, son conducidas por presidentes hombres; en cambio, las presidentas del género femenino representan tan sólo el 3,7 %. 

Es evidente que el nivel de desigualdad económicas, social y laboral es más alto en las zonas rurales. Adicionalmente, las mujeres y niñas rurales enfrentan la discriminación y subordinación en función a su género, invisibilización del trabajo que realizan, violencia, barreras económicas, culturales y sociales para el acceso a los servicios de salud, educación, vulneración de sus derechos como los sexuales y reproductivos.

Hoy, 15 de octubre, Derechos Humanos Sin Fronteras ratifica su compromiso por la defensa de los derechos de las mujeres y de las niñas, y exige a las instituciones del Estado garantizar y proteger los derechos de las mujeres y niñas rurales ya que esto es clave para la igualdad de género. 

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