En el marco de cumplimiento del acta de acuerdos de la mesa de diálogo realizado el pasado viernes 7 de agosto, ayer se reinstaló la sub mesa de trabajo para discutir la reformulación del Convenio Marco. Estuvieron los representantes de la empresa Antapaccay y las autoridades y dirigentes (miembros del Comité de Gestión) de Espinar, bajo la facilitación virtual de la Oficina General de Gestión Social del Ministerio de Energía y Minas.
En la primera sesión se debatió el protocolo y reglamento de las reuniones en lo que respecta a acreditados, periodo de reuniones y agendas a desarrollar. La empresa minera acreditó a Livio Paliza y otros cuatro profesionales como equipo técnico, mientras que por Espinar participan el alcalde provincial, Lolo Arenas, un representante de los alcaldes distritales, FUDIE, FUCAE, AUPE y representantes de la cuenca Cañipia y Salado.
También aceptaron la participación del Comité de Lucha en calidad de observador. Así mismo se acordó que las reuniones se desarrollen de forma presencial cada 14 días a fin culminar y firmar el Convenio Marco reformulado en el presente año.
La reinstalación de la submesa de trabajo de reformulación del Convenio Marco no parece ser democrática ni legitima para la provincia de Espinar, debido a que se ha reducido a un espacio de trabajo del Comité de Gestión del Convenio Marco, pese a que FUDIE, AUPE y FUCAE pidieron que se acredite al Comité de Lucha, frentes de defensa distritales y otras organizaciones de carácter provincial, así como de un equipo técnico de Espinar.
No obstante, el Ministerio de Energía y Minas -como facilitador- solo aceptó la participación de Comité de Lucha en calidad de observador. Cabe precisar que los miembros del Comité de Gestión han sido cuestionados por la población, debido a que no respaldaron la lucha ni la posición del pueblo.
Por otro lado, se observó una asimetría de las partes. Por un lado, la empresa Antapaccay acreditó a su gerente de relaciones comunitarias, Livio Paliza, cuatro profesionales que como soporte técnico multidisciplinario y especializados con permanencia en las mesas de trabajo; y por el otro lado, autoridades desacreditados y algunos dirigentes nuevos sin un equipo técnico y que no reciben el fortalecimiento de sus capacidades y no tienen ningún soporte logístico.
Toda esta situación preocupa a la sociedad civil, puesto que la empresa minera y el Estado se imponen en el debate a autoridades y dirigentes de Espinar. También preocupa la no democratización de la mesa por lo que temen que no se cumpliría el objetivo de reformular y mejorar el Convenio Marco.
